lunes, 9 de mayo de 2011

El taxista sordomudo





Un taxista español recogió a una señora que no paraba de hablar. Como no tenía ganas de entrar en conversación simuló ser sordo y mudo señalando su boca y oídos para indicar que no podía hablar ni oír. Cuando llego al destino apuntó al taxímetro para indicar cuánto debía pagarle. La pasajera lo hizo y se bajó. En ese momento se dió cuenta de que el taxista no podía ser sordomudo.

Solución: ¿La sabes? Ponla en comentarios

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el taxista no prodria llavar a la señora a su destino sin poder haverla escuchado.

Unknown dijo...

Correcto, anónimo, el hecho de llevarla hasta su punto de llegada quiere decir que la oyó perfectamente. GRacias