El Sr. Fernández se dio cuenta, al llegar a su oficina, que se había dejado, entre las páginas del libro que estaba leyendo, un billete de 5.000 ptas. Preocupado, no fuese a extraviarse, llamó a su casa y dijo a la doncella que le diese el libro que contenía el billete, a su chófer, que iría a recogerlo. Cuando el chófer se lo trajo el billete había desaparecido.
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miércoles, 19 de octubre de 2011
El billete perdído
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