Al morir el jeque, ordenó que se distribuyeran sus camellos entre sus tres hijos de la siguiente forma: la mitad
para el primogénito, una cuarta parte para el segundo y un sexto para el más pequeño. Pero resulta que el
jeque sólo tenía once camellos, con lo que el reparto se hizo realmente difícil, pues no era cosa de cortar
ningún animal. Los tres hermanos estaban discutiendo, cuando ven llegar a un viejo beduino, famoso por su
sabiduría, montado en su camello. Le pidieron consejo y este dijo:- Si vuestro padre hubiese dejado doce
camellos en vez de once no habría problemas. -Cierto, pero sólo tenemos once- respondieron los hermanos, a
lo que el beduino contestó: - tomad mi camello, haced el reparto y no os preocupéis que nada perderé yo en
la operación. ¿En qué se basa el beduino para afirmar tal cosa?
Solución:
(El beduino cede su camello, con lo que habrá doce; el primogénito recibe la mitad (6 camellos), el segundo una cuarta parte (3 camellos) y el tercero la sexta parte (2 camellos). Cómo 6 3 y 2 suman 11, el beduino recuperará su camello y todos contentos.)