Todos hemos comprobado que, cuando se pone un cubito de hielo o un corcho en un vaso de agua, o de cualquier otro líquido, indefectiblemente acaba por irse hasta la pared del vaso. Existe una forma de conseguir, sin crear remolinos ni tocarlo, que el cubito se quede en el centro del vaso flotando en la superficie del líquido.
¿Cómo se hace?